“Subterráneo” nos invita a un viaje a las profundidades de la memoria, es tal como describe su autor, el connotado dramaturgo y guionista Benito Escobar, una obra con tintes de comedia y zonas oscuras. En su particular escritura y su imparable imaginación a través de una pasión desbordante, este escritor nos cuenta que hay en la obra un guiño a “La Divina Comedia” del florentino Dante Alighieri, ese clásico de la literatura que relata el viaje de Dante por el infierno, el purgatorio y el paraíso, guiado por el poeta romano Virgilio. “Los personajes se llaman “Andante” y “Vigilante” y van construyendo una metáfora que se refiere al descenso de los círculos del infierno, en este caso a los subterráneos del estacionamiento de un mall donde “Andante” olvida donde estaciona su auto y a través de “Vigilante” recorre esos caminos de incertidumbre y desconcierto, entre olvidos y recuerdos en donde la memoria se va tornando difícil. “Lo más importante es la reflexión en torno al peso de la memoria con todo lo que implica identificar y pertenecer.”
Benito Escobar es una figura destacada en el ámbito de las letras y las artes escénicas en Chile. Licenciado en Letras y Estética por la Pontificia Universidad Católica de Chile y Máster en Artes Escénicas por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha desarrollado una prolífica carrera como dramaturgo, guionista, editor y docente. Ha sido galardonado con el Premio Consejo Nacional del Libro y en tres ocasiones con el Premio Muestra Nacional de Dramaturgia y sus obras han sido aclamadas tanto en Chile como en el extranjero, siendo presentadas en España, Argentina y México.
Además de su trabajo creativo, ha desempeñado roles clave en la gestión cultural y educativa, incluyendo su labor como Fundador y Primer Presidente de la Asociación de Dramaturgos Nacionales (ADN) y como miembro del Consejo Asesor del Festival de Dramaturgia Europea Contemporánea. Actualmente, es Director de Ediciones de la Universidad Finis Terrae.
Con esta vasta trayectoria y experiencia, reflexiona sobre la cultura y la educación en Chile, un país donde asegura hay mucho talento, pero poco espacio. Es tajante al aseverar que falta la consolidación de un Estado más presente y promotor de la actividad cultural.
Socio de ATN y con una clara formación docente sostiene: “El tema del derecho de autor es complejo porque suena a un tema legal y todo lo legal asusta un poco. Hay que llevarlo a materias prácticas, y no solamente para los artistas, sino también para el público en general. Por ejemplo, desglosar en el ticket de una obra o de una película el porcentaje que corresponde al derecho de autor y así se le enseña al público a reconocer que existe un derecho asociado.
En este contexto, asegura: “Gracias a la gestión que realiza ATN, puedo centrarme en la creación confiando en que una entidad formal y profesional se encarga de proteger mis derechos autorales. Este respaldo es fundamental para cualquier creador, ya que nos permite dedicarnos plenamente a nuestro trabajo artístico sin tener que preocuparnos por las complejidades legales y administrativas. La labor de ATN no solo garantiza que recibamos una compensación justa por nuestro trabajo, sino que también nos brinda la seguridad de que nuestros derechos son respetados y defendidos. Saber que hay una organización que vela por nuestros intereses nos da la tranquilidad necesaria para explorar nuevas ideas y proyectos, asegurando que nuestras obras lleguen al público de manera íntegra y protegida. Este tipo de apoyo es vital para el desarrollo continuo de las artes y la cultura en nuestro país.”
Escobar partió escribiendo poesía hace 35 años y luego se trasladó a la dramaturgia en una búsqueda expresiva y estética, encontrando un espacio donde desarrollaría su máximo talento. “Me siento más dramaturgo que guionista. Llegué al guion posteriormente, como una salida laboral, y aunque he trabajado extensamente en ese campo, encuentro mayor satisfacción en la soledad creativa de la dramaturgia. El guion requiere mucho trabajo colaborativo y está sujeto a las limitaciones de la producción, como los recursos y las demandas del mercado, especialmente en un entorno cada vez más influenciado por el streaming. Son procesos creativos muy distintos. En el teatro, siento una mayor libertad para la creatividad; la capacidad de imaginación que el teatro permite es mucho más potente. “
Para este autor, el teatro es vivir una experiencia vital. “Cuando vamos al teatro, reactivamos ese rito ancestral que es el origen de la actividad teatral: el culto a la vida. Esa es la particularidad y la maravilla del teatro, una celebración de la existencia que nos conecta profundamente con nuestra humanidad.”
Sin duda, este gran autor, ha forjado un legado en las letras y las artes escénicas de nuestro país. Desde sus primeras incursiones en la poesía hasta su regreso a las tablas con “Subterráneo”, Escobar nos invita a explorar los rincones más profundos de la condición humana y a celebrar la riqueza de nuestra diversidad cultural.
